lunes, 26 de abril de 2010

EL MITO DE QUITUMBE


Por: Pío Jaramillo Alvarado, basado en Anello de Olliva:

¨ Después del diluvio universal, las emigraciones lle­garon por el mar al continente y uno de estos pue­blos nómadas se estableció en lo que ahora es Vene­zuela y fundó Caracas. De estos pobladores, algunos pasaron a Sumpa, que es aquel paraje que ahora llaman los españoles la Punta de Santa Elena, donde tuvieron una gran población, siendo el principal de ellos un cacique llamado Tumbe o Tumba, que con su buena industria y gobierno mantuvo su gente en paz y justicia. Este capitán despachó gente a descubrir tierras, pero jamás volvió a saber de esta expedición y con este pesar murió, dejando dos hijos, Quitumbe y Otoya ¨.

¨ El primero fundó un pueblo llamado "Tumbez" en memoria de su padre y el se­gundo fue hecho prisionero de unos gigantes que apa­recieron en las costas ecuatoriales y murió en poder de estos enemigos. Temeroso de los gigantes, Quitum­be buscó refugio en una isla que llamó "PUNA"; pero viendo que era tierra seca y no llovía, mudó de temple y suelo y se fue a la sierra de Quitu, donde pobló un pueblo de su nombre. Cuando Quitumbe partió a la sierra dejó abandonada a su mujer Llira, preñada, y llegando el tiempo, de su parto parió un infante muy bello a quien su madre llamó GUA-YANAY que quiere decir golondrina. La suerte de GUAYANAY fue muy desigual y la fábula intervie­ne en los sucesos de su vida, pero es lo cierto que dejó un hijo llamado Atau, que fue padre de Manco-Cápac, primer Inca ¨.


¨ Y sucedió que los descendientes de Guayanay habi­taron en una isla y allí estuvieron hasta que llegó la ocasión de ser descubiertos, porque el cacique Tome, hermano de Guayanay, que gobernaba los llanos y era señor (Shyri) de Quitu, mandó perseguir a uno de sus hijos por el delito de adulterio que se castiga­ba con la pena de muerte, y el perseguido se aven­turó con su gente al mar y llegó casualmente a la isla en que residía Atau. Por este incidente supo el cacique Atau como había mucha tierra firme por to­das partes y cerca de donde estaba. Y como Atau era ya viejo y murió muy pronto, acometió la empresa su hijo Manco - Cápac, al que acompañó el hijo del se­ñor (Shyri) de las tierras quiteñas o quitumbeñas, con su familia y vasallos, hasta el Titicaca ¨.








EXPLICACION DEL MITO Y RUTA DE LOS MOLITOS.

Muy temprano en la mañana salimos al centro histórico, convencidos de que encontraríamos los monolitos que forman en camino desde caracas hasta la isla de pascuas. Este es un camino legendario, lleno de pureza y según otros dicen energético, no dudare de ello, pero si intentare ser mas objetivo en mi explicación; el mito de Quitumbe es una gran forma de explicar la fundación de Sur América después del diluvio, dejando caer sobre la tierra ese formación divina del hombre y de su territorio.


La visita comienza en la catedral donde nos regocijamos en una perfecta construcción neo-barroca o barroca, dependiendo como lo quieran ver; sus columnas se encuentran protegidas por las gárgolas tan europeas y en otras por animales sagrados nacionales.


Continuamos por la parte externa de la basílica bordeando la zona hasta el parque, donde encontramos un monolito y con la ayuda de un amuleto descubrimos su movimiento y su fuerza.


Caminamos hacia una iglesia alejada de la tierra, entre esas piedras resbalosas y ese olor a antigüedad impregnado entre las sombras que deja el sol. Poco después recorrimos hasta la plaza de Benalcázar, donde logramos observar en sus pisos; las otras catedrales, iglesias y plazas. Revelando la cabeza del jaguar, tan simbólico para nuestra tierras y nuestros pueblos.



Así concluyo la ruta de los monolitos visitando lugares sagrados de nuestros pueblos y enriqueciendo nuestra cosmovisión.







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